Hay días que cuando estás mal, cuando lo ves todo negro, cuando no tienes un futuro claro, cuando no tienes nada que perder, cuando... cada instante es un peso enorme, insostenible.
Y resoplas todo el tiempo, deseando que ese pensamiento o ese sueño que llevas teniendo durante mucho tiempo suceda.
Quieres liberarte como sea porque de cualquier forma te hace daño.
De la forma más simple, de la más cobarde, sin dejar de nuevo para mañana este pensamiento: <>. Ya no está. Y entonces, simplemente, deseas no estar tú. Desaparecer.
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